miércoles, 15 de febrero de 2012

MOTIVADORES



MOTIVADORES

Alentar, motivar, valorar, destacar,  resaltar cualidades, son acciones que siempre deberíamos tener presentes en el momento de estar cerca de alguien.
La aceptación de quienes nos rodean  es una de las principales señales que nos indican el camino hacia el cumplimiento del propósito de Dios.
Seguramente podes  traer a memoria a un amigo que te dijo “no te rindas”, un hermano que te dijo “te salió bárbaro!” , un líder que te dijo “sos bueno en esto, seguí por ahi”… y fueron esas palabras las que te impulsaron a continuar, a perfeccionarte, a afianzarte en tu llamado.
Quizás hubo alguien que te recordó que bien que hacías tal cosa, o aquella palabra que un dia recibiste de parte de Dios que dejaste pasar de largo, y esa persona que  te la trajo a memoria fue el impulso que necesitabas para retomar la ruta.
Qué bueno es trascender de esta manera, quedar en la memoria de una persona por haber destacado sus cualidades, por valorar su esfuerzo, por alentar a que no baje los brazos…
Somos dueños de nuestras palabras, y de nuestra mente. Podemos elegir pensar mal o pensar bien. Y también elegimos que palabras soltar, las que dejamos que fluyan de nuestra boca.
Podemos decirle a alguien, “que bien que lo hiciste!”, o podemos elegir guardárnoslo y perdernos la oportunidad de bendecir, de sembrar, de marcar para bien. Y también perdernos la cosecha, porque todo lo que sembramos, eso cosechamos.
Palabras que curan, restauran, devuelven la vida, que animan, desafian, que derraman gracia, amor…
HEBREOS 10: 24. Y CONSIDERÉMONOS UNOS A OTROS PARA ESTIMULARNOS AL AMOR Y A LAS BUENAS OBRAS.
Procuremos, busquemos la unidad, estar pendiente del otro, seamos ejemplo en amar a los demás, para ser de estimulo con nuestras actitudes.
No tengas miedo en alentar el llamado, la vocación de un amigo, de un hermano, no tengas reparo en decirle “sos excelente en esto”, vence a tu orgullo o a la vergüenza y recordá que por más que haya alguien que lo haga mejor que vos, el propósito que hay para tu vida se va a cumplir siempre que vos lo permitas, nadie te va a correr de ese lugar, excepto vos mismo.
Somos un cuerpo, un equipo con talentos y dones, con gustos y maneras de expresarnos tan variados como cantidad de personas que somos, por eso hay que correr los celos a un lado y empezar a sumar, a aportar lo que crees que tenes para dar y motivar a otros a que hagan lo mismo, eso es tener identidad, es bendecir, eso siempre vuelve.
Hoy te propongo a que por lo menos motives a 5 personas de alguna de las formas que expuse anteriormente. Hoy te aliento a alentar, a destacar las virtudes de quienes te rodean, vas a ver como cambia el aire, a lo mejor con un simple “que linda te ves hoy”, “me diste una gran mano en esto”, “dale para adelante con ese proyecto”, “¿ te acordas de esta palabra que te dieron?”O un versículo bíblico, vas a ver  como trae un nuevo perfume de aceptación, de gratitud y en consecuencia de servicio…
Sé motivador, sé lider, lleva la posta en estas actitudes y vas a ver como comenzas a contagiarlo.
Con amor, Anabella







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