MOTIVADORES
Alentar,
motivar, valorar, destacar, resaltar cualidades,
son acciones que siempre deberíamos tener presentes en el momento de estar
cerca de alguien.
La
aceptación de quienes nos rodean es una
de las principales señales que nos indican el camino hacia el cumplimiento del
propósito de Dios.
Seguramente
podes traer a memoria a un amigo que te
dijo “no te rindas”, un hermano que te dijo “te salió bárbaro!” , un líder que
te dijo “sos bueno en esto, seguí por ahi”… y fueron esas palabras las que te
impulsaron a continuar, a perfeccionarte, a afianzarte en tu llamado.
Quizás
hubo alguien que te recordó que bien que hacías tal cosa, o aquella palabra que
un dia recibiste de parte de Dios que dejaste pasar de largo, y esa persona
que te la trajo a memoria fue el impulso
que necesitabas para retomar la ruta.
Qué
bueno es trascender de esta manera, quedar en la memoria de una persona por
haber destacado sus cualidades, por valorar su esfuerzo, por alentar a que no
baje los brazos…
Somos
dueños de nuestras palabras, y de nuestra mente. Podemos elegir pensar mal o
pensar bien. Y también elegimos que palabras soltar, las que dejamos que fluyan
de nuestra boca.
Podemos
decirle a alguien, “que bien que lo hiciste!”, o podemos elegir guardárnoslo y
perdernos la oportunidad de bendecir, de sembrar, de marcar para bien. Y
también perdernos la cosecha, porque todo lo que sembramos, eso cosechamos.
Palabras
que curan, restauran, devuelven la vida, que animan, desafian, que derraman
gracia, amor…
HEBREOS 10: 24. Y CONSIDERÉMONOS UNOS A OTROS PARA
ESTIMULARNOS AL AMOR Y A LAS BUENAS OBRAS.
Procuremos,
busquemos la unidad, estar pendiente del otro, seamos ejemplo en amar a los
demás, para ser de estimulo con nuestras actitudes.
No
tengas miedo en alentar el llamado, la vocación de un amigo, de un hermano, no
tengas reparo en decirle “sos excelente en esto”, vence a tu orgullo o a la
vergüenza y recordá que por más que haya alguien que lo haga mejor que vos, el
propósito que hay para tu vida se va a cumplir siempre que vos lo permitas,
nadie te va a correr de ese lugar, excepto vos mismo.
Somos un
cuerpo, un equipo con talentos y dones, con gustos y maneras de expresarnos tan
variados como cantidad de personas que somos, por eso hay que correr los celos
a un lado y empezar a sumar, a aportar lo que crees que tenes para dar y motivar
a otros a que hagan lo mismo, eso es tener identidad, es bendecir, eso siempre
vuelve.
Hoy te
propongo a que por lo menos motives a 5 personas de alguna de las formas
que expuse anteriormente. Hoy te aliento a alentar, a destacar las virtudes de
quienes te rodean, vas a ver como cambia el aire, a lo mejor con un simple “que
linda te ves hoy”, “me diste una gran mano en esto”, “dale para adelante con
ese proyecto”, “¿ te acordas de esta palabra que te dieron?”O un versículo
bíblico, vas a ver como trae un nuevo
perfume de aceptación, de gratitud y en consecuencia de servicio…
Sé
motivador, sé lider, lleva la posta en estas actitudes y vas a ver como
comenzas a contagiarlo.
Con
amor, Anabella
No hay comentarios:
Publicar un comentario