RETOMANDO LA RUTA

Retomando la  ruta

La rutina, el desanimo, el desgano…las ocupaciones, las preocupaciones…lo que te seduce, te  distrae…

Tantos desvíos,  con carteles de colores, brillantes que te dicen:”seguí por acá”.

Tantos caminos de tierra que te engañan alertando:”llegaste, no  hay nada más para vos”.

Tantos hospedajes que invitan a  quedarte, confortables, cómodos,  con todo servido.

Pueblitos adorables, hermosos, pintorescos  que te ofrecen  un “seudo propósito”, bueno,  atractivo… no estarías haciendo nada malo parando allí, quedándote a vivir en esa seguridad, pero salís de la ruta que te lleva a la tierra prometida, al cumplimiento del plan por el que fuiste creado.

Y  dejas que la inercia generada por la falta de motivación te envuelva y te lleve  hacia esos  lugares.

 Algunos son evidentemente dañinos, te generan depresión, te enferman, y arrastras a tus seres amados también.  También están los que no parecen hacer mal alguno, los que te ofrecen éxito, fama, reconocimiento y los que te llevan a quedarte tranquilo, sin hacer esfuerzo, sin adrenalina, pero “seguro”.

Pero hay algo que no te deja sentir del todo cómodo, que te molesta y no te deja verte pleno, completo, satisfecho…algo que chispea  en lo más profundo de tu corazón, que alguna vez ardió, y con el correr del tiempo se fue apagando, una llama que no fue alimentada…que dejaste casi morir, que se mantiene viva solo por gracia, porque Dios piensa que no hay nadie como vos para cumplir con “esa misión”.

Jeremías 1:4-5 : “Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”.

Fuiste creado con todas las herramientas, talentos, dones y deseos para cumplir tu mision, pero dejaste que los lugares antes mencionados te distraigan de la meta.

Un LLAMADO, una PASIÓN, SUEÑOS que prometiste hacer realidad.

FUEGO que pactaste alimentar.

El profeta jeremías fue un hombre que lucho con su llamado, menciona en su libro que intento guardárselo. El quería quedarse cómodo, en su “zona segura”, no quería sufrir, ni pelear, ni que se le rían en la cara por estar convencido de que Dios le hablaba.

Jeremías 20:9 “Hay días en que quisiera no acordarme más de ti ni anunciar más tus mensajes; pero tus palabras arden dentro de mí; ¡son un fuego que me quema hasta los huesos!”

Jeremías, un hombre sensible y apasionado…luchaba con la comodidad, como muchos de nosotros, pero el llamado de Dios fue más fuerte, el eligió vivir en la adrenalina que da el propósito, que da tener una misión por cumplir.

Se despertó cada día de su vida con la expectativa del: “¿que habrá para mi hoy?”.

Salió de su “zona confortable” a un mundo totalmente desconocido, sin saber si hoy moriría, por eso vivió con pasión.

Jeremías 20:11 “Mas Jehová esta conmigo como poderoso gigante”

Esa confianza fue la que hizo que se juegue, la que hizo que decida pagar el  precio de sentirse pleno.

 Se esforzó, lucho, peleó con la gente que se le burlaba, y a veces con Dios. No se quedó quieto y dio a conocer lo que estaba convencido de que era La Verdad.

  Y  lo logró, cumplió la meta.Trascendió.

Es tiempo de retomar la ruta, de recordar, redescubrir para que fuimos creados.

Quizás tengas que desandar caminos, algo que se parecerá a retroceder.

Pero reconocer que te equivocaste, qe te conformaste, que te dejaste estar, que permitiste que el tiempo se te escurra de las manos, que no valoraste lo honroso que es que Dios te llame, es la única manera de volver a la ruta.

Hoy es el dia de tomar una decisión clave. La decisión que va a determinar tu manera de ver la vida, de disfrutar de ese regalo.

Hoy es el dia en que comenzaras, o volveras a ser de bendición para tus amados, serás quien abra puertas para que otros también descubran el motivo de sus vidas, quien incentive, aníme, quin lleve luz, claridad a los caminos de aquellos que no ven nada en su futuro, que están paralizados, por la oscuridad, el temor, la angustia.

No se si en algún momento llegaremos a cumplirlo a la perfección, pero no nos cansemos de buscar, de intentar…porque Jehová esta con nosotros como poderoso gigante.

Con amor, Anabella